jueves, 20 de mayo de 2010

REBELDES

Las peleas callejeras entre bandas rivales desencadenan tal violencia, que muchas terminan de forma trágica.Los conflictos familiares, la marginación, la ausencia de futuro... llevan a algunos jóvenes a buscar en la calle y en el grupo lo que no encuentran en casa. Pero siempre queda un destello de esperanza.Francis Ford Coppola llevó al cine esta novela que describe la dura realidad en la que se mueven los adolescentes en los suburbios de las grandes ciudades.

LA RUEDA DE SATÁN

A comienzos del siglo xv, el paje castellano Rodrigo de Humienta se dispone a emprender un arriesgado viaje a las lejanas tierras de Oriente con el propósito de liberar a una joven secuestrada. En su camino, encuentra a un enigmático extranjero que le confía una delicada y misteriosa misión. A partir de ese momento, seres tenebrosos parecen perseguirle empujándole a insólitas aventuras en las que se funden el espanto y la hechicería.

LA HABITACIÓN DE PABLO

Pablo es un chico en plena adolescencia, que quiere escribir sobre su vida. Mientras todo el mundo se ha ido de vacaciones a la playa, Pablo se ha quedado en Madrid, con su padre, para estudiar las tres asignaturas que ha suspendido. El padre de Pablo es escritor y se pasa todo el día escribiendo en su habitación. Su madre se ha ido con sus hermanas Laura y Graciela a un pueblecito con playa llamado Zahara de los Atunes.

AMOR, DIETA Y TARTA DE CHOCOLATE

Benjamín es un adolescente obeso. No se quiere y piensa que tampoco los demás, sobre todo las chicas, pueden quererle por su sobrepeso.

ATRAPADO EN LA OSCURIDAD

Un joven llamado Jorge Ozadía de repente se ve envuelto en una misteriosa y terrible situación. Así comienza esta novela que plantea un tema original y cuya lectura no podrá abandonarse hasta conocer el desenlace. El continuo suspense se combina con una enigmática parábola sobre el azar, la casualidad… o la providencia.

EL ASESINATO DE LA PROFESORA DE LENGUA

La profesora de lengua, Soledad, está harta de que sus alumnos no se esfuercen en clase. Su desesperación ha llegado a tal límite, que les comunica una seria noticia: antes de acabar el día, asesinará a uno de ellos, si no consiguen detenerla antes. A los alumnos les va la vida en ello, así que no perderán un solo segundo. La búsqueda ha comenzado...

sábado, 8 de mayo de 2010

JULIO CORTÁZAR

"Continuidad de los parques"
Había empezado a leer la novela unos días antes. La abandonó por negocios urgentes, volvió a abrirla cuando regresaba en tren a la finca; se dejaba interesar lentamente por la trama, por el dibujo de los personajes. Esa tarde, después de escribir una carta a su apoderado y discutir con el mayordomo una cuestión de aparcerías, volvió al libro en la tranquilidad del estudio que miraba hacia el parque de los robles. Arrellanado en su sillón favorito, de espaldas a la puerta que lo hubiera molestado como una irritante posibilidad de intrusiones, dejó que su mano izquierda acariciara una y otra vez el terciopelo verde y se puso a leer los últimos capítulos. Su memoria retenía sin esfuerzo los nombres y las imágenes de los protagonistas; la ilusión novelesca lo ganó casi en seguida. Gozaba del placer casi perverso de irse desgajando línea a línea de lo que lo rodeaba, y sentir a la vez que su cabeza descansaba cómodamente en el terciopelo del alto respaldo, que los cigarrillos seguían al alcance de la mano, que más allá de los ventanales danzaba el aire del atardecer bajo los robles. Palabra a palabra, absorbido por la sórdida disyuntiva de los héroes, dejándose ir hacia las imágenes que se concertaban y adquirían color y movimiento, fue testigo del último encuentro en la cabaña del monte. Primero entraba la mujer, recelosa; ahora llegaba el amante, lastimada la cara por el chicotazo de una rama. Admirablemente restañaba ella la sangre con sus besos, pero él rechazaba las caricias, no había venido para repetir las ceremonias de una pasión secreta, protegida por un mundo de hojas secas y senderos furtivos. El puñal se entibiaba contra su pecho, y debajo latía la libertad agazapada. Un diálogo anhelante corría por las páginas como un arroyo de serpientes, y se sentía que todo estaba decidido desde siempre. Hasta esas caricias que enredaban el cuerpo del amante como queriendo retenerlo y disuadirlo, dibujaban abominablemente la figura de otro cuerpo que era necesario destruir. Nada había sido olvidado: coartadas, azares, posibles errores. A partir de esa hora cada instante tenía su empleo minuciosamente atribuido. El doble repaso despiadado se interrumpía apenas para que una mano acariciara una mejilla. Empezaba a anochecer.Sin mirarse ya, atados rígidamente a la tarea que los esperaba, se separaron en la puerta de la cabaña. Ella debía seguir por la senda que iba al norte. Desde la senda opuesta él se volvió un instante para verla correr con el pelo suelto. Corrió a su vez, parapetándose en los árboles y los setos, hasta distinguir en la bruma malva del crepúsculo la alameda que llevaba a la casa. Los perros no debían ladrar, y no ladraron. El mayordomo no estaría a esa hora, y no estaba. Subió los tres peldaños del porche y entró. Desde la sangre galopando en sus oídos le llegaban las palabras de la mujer: primero una sala azul, después una galería, una escalera alfombrada. En lo alto, dos puertas. Nadie en la primera habitación, nadie en la segunda. La puerta del salón, y entonces el puñal en la mano, la luz de los ventanales, el alto respaldo de un sillón de terciopelo verde, la cabeza del hombre en el sillón leyendo una novela.

MÁS POEMAS VISUALES


A petición de Joaquín aquí os dejo otros poemas visuales, espero que saquen de vosotros esas emociones sentimientos que todos poseemos.
El primer poema pertenece a Chema Madoz y el segundo a Edu Barbero.