lunes, 27 de enero de 2014

POEMAS POR Y PARA LA PAZ

NADIE ESTÁ SOLO
José Agustín Goytisolo

En este mismo instante
hay un hombre que sufre,
un hombre torturado
tan sólo por amar
la libertad. Ignoro
dónde vive, qué lengua
habla, de qué color
tiene la piel, cómo
se llama, pero
en este mismo instante,
cuando tus ojos leen
mi pequeño poema,
ese hombre existe, grita,
se puede oír su llanto
de animal acosado,
mientras muerde sus labios
para no denunciar
a los amigos. ¿Oyes?
Un hombre solo
grita maniatado, existe
en algún sitio. ¿He dicho solo?
¿No sientes, como yo,
el dolor de su cuerpo
repetido en el tuyo?
¿No te mana la sangre
bajo los golpes ciegos?
Nadie está solo. Ahora,
en este mismo instante,
también a ti y a mí
nos tienen maniatados. 

La palabra paz
Víctor Heredia

Cuántas veces de mañana
salgo a caminar al campo
y el silbido del arriero
te nombra.
Que haya paz en la Tierra,
reza una vieja oración,
y yo me pregunto y pregunto
pero no me dan razón.
Es por eso, viejo amigo,
que un sólo favor te pido:
alza tu sangre esta noche
ven conmigo, ven conmigo.
Y ayuda a encontrar respuesta
a la paz que se ha perdido,
a la paz que se ha perdido
en el mundo de los hombres
como un niño sin saber.
Y cada madre que pase,
con un hijo en las entrañas,
sabrá que la paz del mundo
es un viento que acaricia
y que crece en el amor.
Ven conmigo, ven conmigo.
Y por cada hombre que nazca
cada soldado que vuelva,
la sonrisa de una novia,
la alegría de una madre,
en tu pecho cantará.
Ven conmigo, ven conmigo, ven conmigo.


Pido la paz y la palabra
BLAS DE OTERO

Aquí tenéis, en canto y alma, al hombre
aquel que amó, vivió, murió por dentro
y un buen día bajó a la calle: entonces
comprendió: y rompió todos sus versos.
Así es, así fue. Salió una noche
echando espuma por los ojos, ebrio
de amor, huyendo sin saber adónde:
a donde el aire no apestase a muerto.
Tiendas de paz, brizados pabellones,
eran sus brazos, como llama al viento;
olas de sangre contra el pecho, enormes
olas de odio, ved, por todo el cuerpo.
¡Aquí! ¡Llegad! ¡Ay! Ángeles atroces
en vuelo horizontal cruzan el cielo;
horribles peces de metal recorren
las espaldas del mar, de puerto a puerto.
Yo doy todos mis versos por un hombre
en paz. Aquí tenéis, en carne y hueso,
mi última voluntad. Bilbao, a once
de abril, cincuenta y tantos.

No más patrias, no más banderas
BLAS DE OTERO

No más patrias, por favor,
no más banderas.
No más sangre alimentando
mercaderes.

No más historias falseadas
por el rencor de los mediocres.
No más futuros inventados
por los fabricantes de caínes.
No más batallas asesinas
para engordar a los traficantes
del estúpido odio entre los pueblos...

A partir de lo que hay,
un mundo abierto, sin fronteras,
un solo territorio, nuestra tierra,
un hogar para todos los humanos
(un hogar sin iconos mentirosos,
sin altares a los dioses de la guerra).

No más muerte abortando nueva vida,
no más armas, no más frentes, no más fosos:
sólo puentes entre todas las orillas.


Tenéis que oírme
Pablo Neruda

Yo fui cantando errante,
entre las uvas
de Europa
y bajo el viento,
bajo el viento en el Asia.
Lo mejor de las vidas
y la vida,
la dulzura terrestre,
la paz pura,
fui recogiendo, errante,
recogiendo.
Lo mejor de una tierra
y otra tierra
yo levanté en mi boca
con mi canto:
la libertad del viento,
la paz entre las uvas.
Parecían los hombres
enemigos,
pero la misma noche
los cubría
y era una sola claridad
la que los despertaba:
la claridad del mundo.
Yo entré en las casas cuando
comían en la mesa,
venían de las fábricas,
reían o lloraban.
Todos eran iguales.
Todos tenían ojos
hacia la luz, buscaban
los caminos.
Todos tenían boca,
cantaban
hacia la primavera.
Todos.
Por eso
yo busqué entre las uvas
y el viento
lo mejor de los hombres.
Ahora tenéis que oírme.

Guerra ante mis ojos
Elvira Font

Imágenes descoloridas
hiriendo los ojos.
Son escombros de bombardeos.
Estampas de lluvia silenciosa,
ríos de gente buscan la meta.
Historias carcomidas,
mercado negro.
Mundo de noche,

duermen con los pies enlazados,
estos hombres castigados.
Lunas tras sus ventanas rotas.
Muerte vivida y sentida,
gritos apagados, melodías oscuras.
Serbia lejana
próxima y maltratada.

La muerte del niño herido
ANTONIO MACHADO
(Poesías de la guerra)

Otra vez es la noche ... Es el martillo
de la fiebre en las sienes bien vendadas
del niño. -Madre, ¡el pájaro amarillo!
¡Las mariposas negras y moradas!
-Duerme, hijo mío. Y la manita oprime
la madre junto al lecho. -¡Oh, flor de fuego!
¿Quién ha de helarte, flor de sangre, dime?
Hay en la pobre alcoba olor de espliego:
fuera la oronda luna que blanquea
cúpula y torre a la ciudad sombría.
Invisible avión moscardonea.
-¿Duermes, oh dulce flor de sangre mía?
El cristal del balcón repiquetea.
-¡Oh, fría, fría, fría, fría, fría!

Que se callen los cañones
Lupércio Mundim

Que se callen los cañones,
que dispensen los soldados,
porque las batallas son ilusiones
que sólo producen derrotados.
Que la paz siempre predomine
sobre la guerra y la violencia,
que el hombre nunca olvide
donde lleva su impertinencia.
Que los niños puedan jugar
con sus alegrías en sintonía,
que los adultos puedan brindar
a un futuro pleno de armonía.
Que las armas sean destruidas
porque sólo causan muerte y sufrimiento,
que nuevas alianzas sean tejidas
porque de la extinción no hay arrepentimiento.

EL NUDO
Teodoro Venegas

A veces. Uno quisiera hacerse un nudo
a lo largo del esqueleto único
en la parte más larga, más muda, más blanca,
aquella que se enredó trágicamente
en los cuernos de las Obras!
Y, no puede. ¡No alcanza!
Hácese un nudo. Uno sólo.
Mientras Ellos disparan, rugen, miente, afanan, sudan, luchan, matan.
Negocios, Guerras, Sombras, Negocios, Guerras, Bombas.

Bombas, Bombas, Bombas.
Un solo negocio, grande.
Una sola guerra.
Una sola bomba.
Uno quisiera hacerse el último nudo.
¡Y no alcanza!

MUCHAS MANERAS DE MATAR
Bertold Brecht

Hay muchas maneras de matar.
Pueden meterte un cuchillo en el vientre.
Quitarte el pan.
No curarte de una enfermedad.
Meterte en una mala vivienda.
Empujarte hasta el suicidio.
Torturarte hasta la muerte por medio del trabajo.
Llevarte a la guerra, etc...
Sólo pocas de estas cosas están prohibidas en nuestro Estado.


PRIMERO COGIERON...
Bertolt Brecht

Primero cogieron a los comunistas,
y yo no dije nada por que yo no era un comunista.
Luego se llevaron a los judíos,
y no dije nada porque yo no era un judío.
Luego vinieron por los obreros,
y no dije nada porque no era ni obrero ni sindicalista.
Luego se metieron con los católicos,
y no dije nada porque yo era protestante.
Y cuando finalmente vinieron por mí,
no quedaba nadie para protestar.

GENERAL, TU TANQUE ES MÁS FUERTE QUE UN COCHE  
Bertold Brecht
  
General, tu tanque es más fuerte que un coche.
Arrasa un bosque y aplasta a cien hombres.
Pero tiene un defecto:
necesita un conductor.

General, tu bombardero es poderoso.
Vuela más rápido que la tormenta y carga más que un elefante.
Pero tiene un defecto:
necesita un piloto.

General, el hombre es muy útil.
Puede volar y puede matar.
Pero tiene un defecto:
puede pensar.

MENSAJE DE JUAN PANADERO AL CONGRESO MUNDIAL POR LA PAZ
Rafael Alberti
(Fragmento)

Aquí estoy. Aquí ya estamos.
No tenemos cara. Somos
el planeta que habitamos.
Venid. No tenemos nombre.
Aunque todos respondamos
a una misma luz: el hombre. (...)
Matadnos. Nos mataréis.
Pero es más fuerte la vida
que la muerte que ofrecéis.
Y al fin correréis la suerte
de los que matando llegan
a darle a su vida muerte. (...)
¿Queréis la guerra? No iremos.
Con la paz entre las manos
por arma, os enterraremos
¡Paz al mundo! Corazones arrebatados y unidos
de millones y millones.
Paz para toda la gente.
Se abran y cierren los ojos
del día tranquilamente. Paz en todos los hogares.
Paz en la tierra, en los [cielos,


ESE GENERAL 
Rafael Alberti  

-Aquí está el general. 
¿Qué quiere el general? 
-Una espada desea el general. 
-Ya no existen espadas, general. 

¿Qué quiere el general? 
 Un caballo desea el general. 
-Ya no existen caballos, general. 

¿Qué quiere el general? 
-Otra batalla quiere el general. 
-Ya no existen batallas, general. 

¿Qué quiere el general? 
-Una amante desea el general. 
-Ya no existen amantes, general. 

¿Qué quiere el general? 
-Un gran tonel de vino desea el general. 
-Ya no hay tonel ni vino, general. 

¿Qué quiere el general? 
-Un buen trozo de carne desea el general. 
-Ya no existen ganados, general. 

¿Qué quiere el general? 
-Comer yerbas desea el general. 
-Ya no existen los pastos, general. 

¿Qué quiere el general? 
-Beber agua desea el general. 
-Ya no existe más agua, general. 

¿Qué quiere el general? 
-Dormir en una cama desea el general. 
-Ya no hay cama ni sueño, general. 

¿Qué quiere el general? 
-Perderse por la tierra desea el general. 
-Ya no existe la tierra, general. 

¿Qué quiere el general? 
-Morirse como un perro desea el general. 
-Ya no existen los perros, general. 

¿Qué quiere el general? 
¿Qué quiere el general? 
Parece que está mudo el general. 
Parece que no existe el general. 
Parece que se ha muerto el general, 
que ya, ni como un perro, se ha muerto el general, 
que el mundo destruido, ya sin el general. 
Va a empezar nuevamente, sin ese general. 

UNA VEZ MÁS POR LA PAZ
Cristina del Valle

Qué fácil es decir que no
cuando hay otro camino que seguir,
otra manera y dirección
con la que seguir por fin el fin.
La vida muchas veces sólo da
como única salida protestar,
como único recurso el gritar.

Cuántos acordes, cuánta paz
se necesitan para diseñar
un buen tejido en un telar,
hacer un gran vestido de igualdad,
una canción con nombre de mujer
para una tierra libre cantaré
borrando las heridas de tu piel.

Por eso una vez más
yo protesto y sé que estás a mi lado.
Una vez más, una vez más, una vez más…

Por eso una vez más
yo protesto y sé que estás a mi lado.
Una vez más, una vez más, una vez más…

Hermana mía, yo que sé,
estrangulada por ese corsé,
por ese muro donde haré
crecer miles de flores de papel,
que vuelen alto como un vendaval,
que lleguen sus mensajes hasta el mar
lejos hasta el mar.
Aves de paz.

Por eso una vez más
yo protesto y sé que estás a mi lado.
Una vez más, una vez más, una vez más…

Por eso una vez más
yo protesto y sé que estás a mi lado.
Una vez más, una vez más, una vez más…

Arrebatando la ilusión,
la esencia de los pueblos y su voz,
sólo consigues más dolor.
La historia ya hace tiempo nos contó
que en nuestra mano está el poder cambiar,
poder decir que no,
poder gritar,
poder protestar.
Una vez más, una vez más.

Por eso una vez más
yo protesto y sé que estás a mi lado


Una vez más, una vez más, una vez más…


LAS PALABRAS.
Mario Benedetti

No me gaste las palabras
no cambie el significado
mire que lo que yo quiero
lo tengo bastante claro

si usted habla de progreso
nada más que por hablar
mire que todos sabemos
que adelante no es atrás

si está contra la violencia
pero nos apunta bien
si la violencia va y vuelve
no se me queje después

si usted pide garantías
sólo para su corral
mire que el pueblo conoce
lo que hay que garantizar

no me gaste las palabras
no cambie el significado
mire que lo que yo quiero
lo tengo bastante claro

si habla de paz pero tiene
costumbre de torturar
mire que hay para ese vicio
una cura radical

si escribe reforma agraria
pero sólo en el papel
mire que si el pueblo avanza
la tierra viene con él

si está entregando el país
y habla de soberanía
quién va a dudar que usted es
soberana porquería

no me gaste las palabras
no cambie el significado
mire que lo que yo quiero
lo tengo bastante claro

no me ensucie las palabras
no les quite su sabor
y límpiese bien la boca
si dice revolución.

UNA FORMA DE PROFANACIÓN
Felipe Benítez Reyes

Siempre he tenido
el más hermoso nombre de ciudad.

En los cuentos exactos de la infancia
era el confín nativo de un ladrón,
un confuso lugar con hombres raros,
tocados con turbante,
a lomos de caballos presurosos.

Hoy es sólo un desierto
En que brillan estrellas violentas.

Bombardeada tierra, en fin, de las
imaginaciones,
desdichada Bagdad,
 yo que te
 imaginaba


fulgente por tus cúpulas de oro…


PRIMERAS LETRAS  
José Manuel Caballero Bonald
  
UN día, lunes, cerca
del mar, sonó
la palabra. Era verano
entre las cañas
pacíficas
del trigo y nunca
la alucinante hoguera
de las furias
se propagó con tanta
iniquidad.

 Vinieron
cargas de odios
en camiones, gritos
y sogas en camiones.
Ebrios de mosto
y esperma, bajaron
hasta el mar
adolescentes brunos,
ciegos
y reclutados
con los aperos de la felonía;
niñas de sangres
iniciales;
espantos y pancartas
al frente de los himnos.

Entre el despliegue
tortuoso, ¿quién
me llevó de la mano
a la frontera
fratricida? ¿Dónde
me desertaron de ser niño?

Oh qué terribles y primeras
letras letales
de la patria. Párvula madre
mía, ¿qué hiciste
de nosotros, los que apenas
pudimos aprender
la tabla de sumar de la esperanza?

PREGUNTAS
J.M. Caballero Bonald

Ya se han puesto en camino
la muerte y sus patrullas:
la muerte, esa aliada
de la guerra más sucia,
y con ella los cómplices
duchos en imposturas.
Dejan por los caminos
una imperial basura
y sus armas contestan
a todas las preguntas.

Patrañas y rapiñas
con la paz se camuflan
mientras la vida cuenta
sus muertes una a una.
La guerra es una patria
de horrible catadura
y el dios de los ejércitos
no retrocede nunca:
con sus armas contesta
a todas las preguntas.
          
LA POESÍA ES UN ARMA CARGADA DE FUTURO.
Gabriel Celaya

Cuando ya nada se espera personalmente exaltante,
mas se palpita y se sigue más acá de la conciencia,
fieramente existiendo, ciegamente afirmando,
como un pulso que golpea las tinieblas,

cuando se miran de frente
los vertiginosos ojos claros de la muerte,
se dicen las verdades:
las bárbaras, terribles, amorosas crueldades:

Se dicen los poemas
que ensanchan los pulmones de cuantos, asfixiados,
piden ser, piden ritmo,
piden ley para aquello que sienten excesivo.

Con la velocidad del instinto,
con el rayo del prodigio,
como mágica evidencia, lo real se nos convierte
en lo idéntico a sí mismo.

Poesía para el pobre, poesía necesaria
como el pan de cada día,
como el aire que exigimos trece veces por minuto
para ser y en tanto somos dar un sí que glorifica.

Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan
decir que somos quien somos,
nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno.
Estamos tocando el fondo.

Maldigo la poesía concebida como un lujo
cultural por los neutrales
que, lavándose las manos, se desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse.

Hago mías las faltas. Siento en mí a cuantos sufren
y canto respirando.
Canto y canto, y cantando más allá de mis penas
personales, me ensancho.

Quisiera daros vida, provocar nuevos actos,
y calculo por eso, con técnica, que puedo.
Me siento un ingeniero del verso y un obrero
Que trabaja con otros a España en sus aceros.

Tal es mi poesía: Poesía-herramienta
a la vez que latido de lo unánime y ciego.
Tal es, arma cargada de futuro expansivo
con que te apunto al pecho.

No es una poesía gota a gota pensada.
No es un bello producto. No es un fruto perfecto.
Es algo como el aire que todos respiramos,
Y es el canto que espacia cuanto dentro llevamos.

Son palabras que todos repetimos sintiendo
como nuestras, y vuelan. Son más que lo mentado.
Son lo más necesario: Lo que no tiene nombre.


Son gritos en el cielo, y en la tierra son actos.

LECTURAS RECOMENDADAS PARA CELEBRAR EL DÍA DE LA PAZ (MES DE ENERO)


Coincidiendo con la conmemoración de la muerte de Mahatma Gandhi, hace más de 40 años se declaró el 30 de enero como el Día Escolar de la Paz. Este día trata de promover, a través de la educación, la concienciación de todos en la construcción de un mundo mejor, más justo y más humano.

Si tenéis curiosidad por saber algo más de este gran hombre y de otros embajadores de la paz como la Madre Teresa de Calcuta o Martin Luther King podéis pinchar aquí.


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Imagina el verano perfecto, lejos de un hogar en el que no estás a gusto, en un país diferente y lleno de posibilidades; viviendo en mitad del campo y en compañía de una familia que te quiere, enamorándote como nunca lo has hecho. Ahora imagina que un día estallan las bombas y que, junto a quien es el amor de tu vida, tienes que aprender a sobrevivir en medio de una guerra sin sentido. Puedes imaginarlo o leer esta novela.




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