martes, 1 de abril de 2014

ABRIL: MES DEL LIBRO

El mes de abril está reservado a la celebración del Día del libro y nuestra Biblioteca también se suma a esa celebración.

Para ello, empezaremos recordando a tres grandes figuras de las letras hispanoamericanas que en el 2014 celebran el primer centenario de su nacimiento: Julio Cortázar (1914-1984), al que se recuerda por su novela Rayuela y porque es uno de esos escritores que siempre están de moda o siempre parecen "modernos"; Octavio Paz (1914-1998), poeta, ensayista y una de las figuras más importantes del pensamiento hispánico del siglo XX, distinguido en 1990 con el Premio Nobel, y Adolfo Bioy Casares (1914-1999), ese finísimo narrador que fue el mejor amigo y contertulio ideal de Borges.

Son tres escritores indiscutibles: Cortázar es un maestro del cuento y de la libertad de creación, fascinado por el jazz, el boxeo, los viajes, la fotografía y la fusión entre realidad y ficción . Octavio Paz escribe Libertad bajo palabra, uno de los empeños líricos más impresionantes del siglo XX, y Bioy, maravilloso cuentista que frecuentó las literaturas fantástica, policial y de ciencia ficción, un enamorado del amor, un tipo inclasificable que adoraba a las mujeres. 

Pero, también, el 2014 es el año de grandes escritores europeos: Marguerite Duras, autora de novelas como El amante o El arrebato de Lol V. Stein, además de guionista y directora de cine. Ella, como Virginia Woolf, encarna la escritura de mujer y la búsqueda de un lugar en el mundo desde la tenacidad, la búsqueda, el deseo y la sombra de la autodestrucción. Es el año de Dylan Thomas, el poeta que murió antes de los 40 años; y de William S. Burroughs, el autor de El almuerzo desnudo y Yonqui, que figura en el peligroso club de “escritores asesinos”, en su caso mató a su esposa por accidente.

El poeta chileno y Premio Cervantes Nicanor Parra también celebra su centenario. En 2014 se cumplirá un siglo de la prematura muerte del poeta George Trakl y dos siglos del óbito del marqués de Sade, filósofo y escritor francés cuya filosofía consideraba naturales tanto los actos criminales como las desviaciones sexuales. Sus obras fueron calificadas de obscenas y hasta bien entrado el siglo XX estuvo prohibida su publicación. Durante casi dos siglos, eruditos, críticos y artistas lo consideran como un genio marginado; un profesor emérito del Mal. Los surrealistas adoptaron a Sade como su santo patrono, al citarlo como "el ente más libre que jamás haya vivido". 

En las letras españolas, hay dos grandes celebraciones:  el centenario de la publicación de ‘Platero y yo’ de Juan Ramón Jiménez, un libro que ha desaparecido de las aulas y que es un paradigma de una prosa poética, miniada y sensorial, que habla de la relación con los animales, con la naturaleza y que aboga por aquellos que sufren la injusticia. El realizador aragonés Alfredo Castellón convirtió el texto en una película y la rodó en la casa del poeta en Moguer.

También se celebrará, con diversos actos y congresos, el aniversario de la Generación del 14, que incluía a personalidades tan diferentes como Manuel Azaña, Ramón Gómez de la Serna, Ramón Pérez de Ayala, Ortega y Gasset, Gabriel Miró o Gregorio Marañón, entre otros. También en su centenario se hablará del filósofo Julián Marías y, entre otros, del poeta catalán Joan Vinyoli. Como cosa un tanto pintoresca, Quino ha anunciado que Mafalda cumple 50 años: habría nacido en septiembre de 1964.

Para terminar hay que recordar el 75 aniversario de la muerte de Antonio Machado, uno de los grandes escritores que ha dado las letras españolas y poeta emblemático de la Generación del 98. Preocupado por los males que asolaban a España pretendía mover las conciencias a través de la literatura. En una breve autobiografía casi improvisada por Machado en 1913, dejó escritas algunas claves personales que dibujan mejor que ningún estudio crítico su perfil humano:
"Tengo un gran amor a España y una idea de España completamente negativa. Todo lo español me encanta y me indigna al mismo tiempo. Mi vida está hecha más de resignación que de rebeldía; pero de cuando en cuando siento impulsos batalladores que coinciden con optimismos momentáneos de los cuales me arrepiento y sonrojo a poco indefectiblemente. Soy más autoinspectivo que observador y comprendo la injusticia de señalar en el vecino lo que noto en mí mismo. Mi pensamiento está generalmente ocupado por lo que llama Kant conflictos de las ideas trascendentales y busco en la poesía un alivio a esta ingrata faena. En el fondo soy creyente en una realidad espiritual opuesta al mundo sensible.
Antonio Machado, Autobiografía

No hay comentarios:

Publicar un comentario