viernes, 12 de noviembre de 2010

¡MENUDO CANGUELO EN EL KILIMANJARO!

Era una fría tarde de octubre. Estaba colocando la última pieza de un complicadísimo puzzle cuando la mesa vibró... me encontré morro a morro con un roedor súper-musculoso, súper-tonificado, súper-enérgico: ¡era mi amigo Hiena! Un instante despúes, el calor de mi hogar era sólo un recuerdo... ¡ me esperaban las perpetuas nieves del Kilimanjaro!

4 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar
  2. Jose Carlos Maroto20 de junio de 2011, 1:57

    Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar
  3. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar
  4. Jose Carlos Maroto20 de junio de 2011, 1:58

    Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar