domingo, 7 de marzo de 2010

TRISTE PERO HERMOSO...

Es el hospicio, el viejo hospicio provinciano,
el caserón ruinoso de ennegrecidas tejas
en donde los vencejos anidan en verano
y graznan en las noches de invierno las cornejas.
Con su frontón al Norte, entre los dos torreones
de antigua fortaleza, el sórdido edificio
de grietados muros y sucios paredones,
es un rincón de sombra eterna. ¡El viejo hospicio!
Mientras el sol de enero su débil luz envía,
su triste luz velada sobre los campos yermos,
a un ventanuco asoman, al declinar el día,
algunos rostros pálidos, atónitos y enfermos,
a contemplar los montes azules de la sierra;
o, de los cielos blancos, como sobre una fosa,
caer la blanca nieve sobre la fría tierra,
¡sobre la tierra fría la nieve silenciosa!…

13 comentarios:

  1. Reconozco que es un poema triste, pero me parece hermoso lo que se esconde detrás.

    A ver si encontráis al autor o autora, y si os apetece podéis explicar los recursos empleados, qué os sugiere y cómo lo consigue. En fin, dejo a vuestra elección qué comentar.

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  2. ¡HOLA!

    Este poema es de Antonio Machado
    Aquí os dejo otro, que creo que os sonará a todos porque no lo tuvimos que aprender en sexto jeje. ¡A ver si lo recordais!

    A UN OLMO SECO
    Al olmo viejo, hendido por el rayo
    y en su mitad podrido,
    con las lluvias de abril y el sol de mayo
    algunas hojas verdes le han salido.

    ¡El olmo centenario en la colina
    que lame el Duero! Un musgo amarillento
    le mancha la corteza blanquecina
    al tronco carcomido y polvoriento.

    No será, cual los álamos cantores
    que guardan el camino y la ribera,
    habitado de pardos ruiseñores.

    Ejército de hormigas en hilera
    va trepando por él, y en sus entrañas
    urden sus telas grises las arañas.

    Antes que te derribe, olmo del Duero,
    con su hacha el leñador, y el carpintero
    te convierta en melena de campana,
    lanza de carro o yugo de carreta;
    antes que rojo en el hogar, mañana,
    ardas en alguna mísera caseta,
    al borde de un camino;
    antes que te descuaje un torbellino
    y tronche el soplo de las sierras blancas;
    antes que el río hasta la mar te empuje
    por valles y barrancas,
    olmo, quiero anotar en mi cartera
    la gracia de tu rama verdecida.
    Mi corazón espera
    también, hacia la luz y hacia la vida,
    otro milagro de la primavera.

    María Quesada Quesada

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  3. Has elegido un poema precioso. Reconozco que siento debilidad por Machado.

    El año pasado una alumna de 4º realizó una interpretación de este poema verdaderamente impresionante.

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  4. !Hola!
    Sí María, sí que me acuerdo de este poema, como para no acordarse jajaja, nos hicieron aprendérnoslo de memoria, y recitarlo como papagayos, pero verdaderamente es ahora cuando te das cuenta de los preciosos poemas que escribió Machado, por eso os dejo aquí este que verdaderamente me ha emocionado:
    HE ANDADO MUCHOS CAMINOS
    He andado muchos caminos,
    he abierto muchas veredas,
    he navegado en cien mares
    y atracado en cien riberas.

    En todas partes he visto
    caravanas de tristeza,
    soberbios y melancólicos
    borrachos de sombra negra,

    y pedantones al paño
    que miran, callan y piensan
    que saben, porque no beben
    el vino de las tabernas.

    Mala gente que camina
    y va apestando la tierra...

    Y en todas partes he visto
    gentes que danzan o juegan
    cuando pueden, y laboran
    sus cuatro palmos de tierra.

    Nunca, si llegan a un sitio,
    preguntan a dónde llegan.
    Cuando caminan, cabalgan
    a lomos de mula vieja,

    y no conocen la prisa
    ni aun en los días de fiesta.
    Donde hay vino, beben vino;
    donde no hay vino, agua fresca

    Son buenas gentes que viven,
    laboran, pasan y sueñan,
    y en un día como tantos
    descansan bajo la tierra.

    Eva Martínez Saavedra.

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  5. ¡Hola!

    Menos mal que ya se está uniendo más gente jeje.
    La verdad es que si, Eva.
    Recuerdo, cambiando de tema, que nuestros maestros del colegio, nos mandaron estudiarnos la Saeta, y para que nos la aprendiéramos la ponían con música. ¡Fue genial!. Además, será una poesía que nunca olvidaremos. ¿A que no chic@s?.
    No tiene nada que ver con el tema que estábamos tratando, pero Eva me ha dicho que le conteste a su comentario y entonces le he dejado esta pequeña anécdota.

    María Quesada Quesada 3ºB

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  6. Está bien, forma parte de este pequeño foro. ¡Las anécdotas están permitidas!

    Me alegro que os parezca divertido y que os animéis a participar.

    Por cierto, ¿qué podéis decirme de Antonio Machado?

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  7. Antonio Machado fue poeta fue un poeta español, miembro tardío de la Generación del 98, cuya obra inicial suele inscribirse en el movimiento literario denominado Modernismo.

    María Quesada Quesada 3ºB

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  8. ¡Ups! perdon, al pricipio he puesto dos veces lo mismo. Lo siento.

    María Quesada Quesada 3ºB

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  9. ¡Hola! aquí os dejo con un poema de Antonio Machado, espero que os guste.

    A ORILLAS DEL DUERO

    Mediaba el mes de julio. Era un hermoso día.
    Yo, solo, por las quiebras del pedregal subía,
    buscando los recodos de sombra, lentamente.
    A trechos me paraba para enjugar mi frente
    y dar algún respiro al pecho jadeante;
    o bien, ahincando el paso, el cuerpo hacia adelante
    y hacia la mano diestra vencido y apoyado
    en un bastón, a guisa de pastoril cayado,
    trepaba por los cerros que habitan las rapaces
    aves de altura, hollando las hierbas montaraces
    de fuerte olor ?romero, tomillo, salvia, espliego?.
    Sobre los agrios campos caía un sol de fuego.
    Un buitre de anchas alas con majestuoso vuelo
    cruzaba solitario el puro azul del cielo.
    Yo divisaba, lejos, un monte alto y agudo,
    y una redonda loma cual recamado escudo,
    y cárdenos alcores sobre la parda tierra
    ?harapos esparcidos de un viejo arnés de guerra?,
    las serrezuelas calvas por donde tuerce el Duero
    para formar la corva ballesta de un arquero
    en torno a Soria. ?Soria es una barbacana,
    hacia Aragón, que tiene la torre castellana?.
    Veía el horizonte cerrado por colinas
    oscuras, coronadas de robles y de encinas;
    desnudos peñascales, algún humilde prado
    donde el merino pace y el toro, arrodillado
    sobre la hierba, rumia; las márgenes de río
    lucir sus verdes álamos al claro sol de estío,
    y, silenciosamente, lejanos pasajeros,
    ¡tan diminutos! ?carros, jinetes y arrieros?,
    cruzar el largo puente, y bajo las arcadas
    de piedra ensombrecerse las aguas plateadas
    del Duero.
    El Duero cruza el corazón de roble
    de Iberia y de Castilla.
    ¡Oh, tierra triste y noble,
    la de los altos llanos y yermos y roquedas,
    de campos sin arados, regatos ni arboledas;
    decrépitas ciudades, caminos sin mesones,
    y atónitos palurdos sin danzas ni canciones
    que aún van, abandonando el mortecino hogar,
    como tus largos ríos, Castilla, hacia la mar!
    Castilla miserable, ayer dominadora,
    envuelta en sus andrajos desprecia cuanto ignora.
    ¿Espera, duerme o sueña? ¿La sangre derramada
    recuerda, cuando tuvo la fiebre de la espada?
    Todo se mueve, fluye, discurre, corre o gira;
    cambian la mar y el monte y el ojo que los mira.
    ¿Pasó? Sobre sus campos aún el fantasma yerta
    de un pueblo que ponía a Dios sobre la guerra.
    La madre en otro tiempo fecunda en capitanes,
    madrastra es hoy apenas de humildes ganapanes.
    Castilla no es aquella tan generosa un día,
    cuando Myo Cid Rodrigo el de Vivar volvía,
    ufano de su nueva fortuna, y su opulencia,
    a regalar a Alfonso los huertos de Valencia;
    o que, tras la aventura que acreditó sus bríos,
    pedía la conquista de los inmensos ríos
    indianos a la corte, la madre de soldados,
    guerreros y adalides que han de tornar, cargados
    de plata y oro, a España, en regios galeones,
    para la presa cuervos, para la lid leones.
    Filósofos nutridos de sopa de convento
    contemplan impasibles el amplio firmamento;
    y si les llega en sueños, como un rumor distante,
    clamor de mercaderes de muelles de Levante,
    no acudirán siquiera a preguntar ¿qué pasa?
    Y ya la guerra ha abierto las puertas de su casa.
    Castilla miserable, ayer dominadora,
    envuelta en sus harapos desprecia cuanto ignora.
    El sol va declinando. De la ciudad lejana
    me llega un armonioso tañido de campana? ya irán a su rosario las enlutadas viejas?.
    De entre las peñas salen dos lindas comadrejas;
    me miran y se alejan, huyendo, y aparecen
    de nuevo, ¡tan curiosas!... Los campos se obscurecen.
    Hacia el camino blanco está el mesón abierto
    al campo ensombrecido y al pedregal desierto


    PD: algunos versos del poema eran demasiado anchos y puede ser que se hayan bajado al siguiente. ¡Venga a leer!

    IRENE TORRES 3ºB

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  10. ¡Vaya! No me vais a dejar poemas para el año que viene ¿Qué haré entonces?

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  11. ¡Haremos más viajes! :D ja,ja


    Eva R.

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  12. Buena idea Eva jeej. Te apoyo en esa cuestión.




    María Quesada

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  13. jajaja Eva yo también.
    Manoli no te preocupes que poemas hay de sobra jaja.

    IRENE TORRES

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